Educad a los niños y así no tendréis que castigar a los mayores.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Reset

Hablando ayer con mi masajista (tenía una importante contractura en mi pierna izquierda por hacer deporte incontrolado a mi edad: es decir, tirarme tres días seguidos sin dormir y de juerga), decía que hablando con Rosa, mi masajista, llegué a la conclusión de que sí hay remedio para esto. "Esto", es lo que le ocurre a la gente de este Estado. Nuestro mal es que somos católicos. Nos confesamos y pista. Ya está, dos lagrimitas y reset. Lo guay, lo verdaderamente guay es ser un buen tedesco. Los alemanes no lloran, sufren por dentro. Llevan consigo su culpa allá por donde van y se redimen a base de ser honrados consigo mismos. Y a base de curro, de mucho curro. Les gusta trabajar. A los españoles no nos gusta trabajar. No me digáis que sí, porque es que no. Otra cosa es que nos guste tener dinero en el bolsillo para gastárnoslo a espuertas. Pero lo que es trabajar...¡pero si todo el mundo está deseando jubilarse!...para pasar a mejor vida. Para un tedesco pasar a mejor vida es morirse. Ellos pagan impuestos (y muchos, por cierto), nosotros los escaqueamos. Claro que ellos engullen la cerveza, nosotros la degustamos entre risas con los amigos y si es cantando mejor que mejor. Ellos se comen la col fermentada, nosotros la pasamos por la sartén con un refritito de ajitos y un buen chorrete de aceite de oliva ¡mmm, qué rico! 

La solución es hacerse alemanes. Pidamos el ingreso en la República Federal Alemana.

Pero claro, dejaríamos de ser españoles. Adiós al aceite de oliva, a las tortillas de patatas, al blanco antes de comer, al vermout del sábado, a acostarse a las dos de la mañana viendo el reality de turno, a no dormir los sábados y quizá tampoco los viernes, y a tantas y tantas delicatessens que tenemos los españoles. 

En realidad, "esto" nunca cambiará, seguiremos mal que bien a trancas y barrancas... 

...a no ser que eliminemos a la Iglesia católica de nuestro solar ibérico. Desde los cimientos. Y quizá la siguiente generación ya no podrá hacer reset ante un pederasta con faldas negras y alzacuellos. Puede que ese sea el camino. Al fin y al cabo, ya tienen su casa, el Vaticano, se trataría de un regreso al hogar, a ser posible, por Navidad, y así nos ahorramos esas monsergas. Pero esto es harina de otro costal, para otro día. Ahora voy a seguir trabajando, que viene mi jefe y me pilla dándole al internet, y es que al fin y al cabo, ya haré reset....

3 comentarios:

  1. ¡Cielo santo! Te habrás quedado sin neuronas después de la conclusión a que has llegado. Y hasta te ufanarás con tus palabras.

    Ciertamente, debe ser tu edad porque… no te aclaras. ¿Qué tendrá que ver la fe con las ganas de trabajar? Tú mismo, que te defines “anticatólico practicante” estás holgazaneando en tu tiempo de trabajo y dices que harás reset. ¿En qué quedamos?

    En Alemania se trabaja, pero también hay católicos. ¿Sabes la diferencia? Que en aquella nación no pierden el tiempo con el pasado ni alimentan un odio exacerbado a quienes piensan, sienten, y confiesan una ideología diferente. Allí son tolerantes y aceptan la pluralidad de pensamiento. No malgastan el tiempo (sobre todo el de un trabajo remunerado con dinero de todos) en escribir banalidades de gente amargada y hedonista como tú.

    Me defraudas. Tus textos cada vez se corresponden más con tu edad mental.

    Klauss

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  2. Ay Klauss, Klauss, cómo sufres cuando me lees...

    Ya siento defraudarte. No obstante, creo que te haría bastante bien el intentar comprender lo que es una ironía y lo que no lo es.

    Su definición viene en el diccionario.

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  3. ¿Cómo vives tú estos días, Luis? ¿Sientes la Navidad como un estado de la mente o es solo un momento, una estación?

    De todas maneras, que la pases feliz, que tengas merced e intentes comprender el verdadero significado de la Navidad.

    Klauss

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